Contar con medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente y concienciar sobre fórmulas alternativas de movilidad comienza a ser una preocupación cada vez más visible tanto para las Administraciones, como para instituciones de carácter público y privado. Prueba de ello son los diferentes foros y eventos que se organizan alrededor de esta temática, como la sexta edición del Greencities & Sosteniblidad que se ha celebrado recientemente en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, o el que se desarrolla por parte del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Málaga, que el pasado año puso en marcha su primera edición.

A ello hay que sumar iniciativas como la Semana Europea de la Movilidad que promueven cada año (en torno a la tercera semana de octubre) las instituciones comunitarias. “Elige. Cambia. Combina”, ha sido el lema elegido en 2015 para concienciar a la ciudadanía acerca de la diferentes opciones de transporte que tiene a sus disposición. Con ello, se pretende seguir sensibilizando sobre la necesidad de probar otros modos de transporte para reducir la contaminación, minimizando así las emisiones de CO2.

Aun así, si ese trabajo de las instituciones queda sólo en el fomento de las medidas, poco se avanzará en este ámbito. Y es que, donde más se puede notar esa apuesta por la movilidad sostenible es en el modo de actuación de cada ciudadano. Una pequeña responsabilidad que se puede asumir en cuestiones del día a día:

• Sustituir el uso del vehículo privado por el transporte público en aquellos trayectos habituales que no requieren, como es en la mayoría de veces, urgencia.

• Compartir el coche con compañeros de trabajo y estudio. Además, las nuevas tecnologías permiten hoy en día ponerse en contacto de forma cómoda con otras personas que se requieran traslado a las mismas localidades o lugares.

• Buena puesta a punto del vehículo particular. Con ello, además de evitar imprevistos en los trayectos por averías, se consigue ahorrar combustible, y por lo tanto reducir las emisiones contaminantes.

• Realizar una conducción eficiente, que permitirá reducir el consumo (y las emisiones) en un 15%.

• Usar la bicicleta o ir andando para trayectos cortos.

• A la hora de comprar un vehículo, tener en cuenta la clasificación energética, consumo y emisiones de vehículos; así como la necesidad de transporte de cada uno. Apostando por coches híbridos o eléctricos.

• Usar combustibles menos contaminantes, y estudiar las posibilidad de emplear biocarburantes (El CO2 que se genera al quemar estos combustibles se ha absorbido previamente de manera natural en la materia prima de la que se obtienen).

• Comprar productos locales o lo más cercanos a la localidad de residencia. Su traslado al punto de venta requerirá de trayectos más cortos.

Si quieres conocer otros contenidos interesantes de este blog, puedes cliquear aquí. También puedes seguirnos a través de nuestras cuentas en Facebook y Twitter.