Durante el mes de diciembre diferentes ciudades como Madrid, Pekín o Milán han activado los niveles de alerta debido a la elevada tasa de contaminación registrada. Las repercusiones que estas situaciones  pueden generar tanto a nivel ambiental como atmosférico plantean nuevos retos entre los gobiernos e importantes cambios que afectan a la movilidad y la implicación de los ciudadanos.

El mayor de los problemas se ha registrado en Pekín cuándo, a finales de noviembre y el pasado 18 de diciembre, la capital activó la alerta roja debido a los elevados niveles de polución registrados en la atmósfera, concretamente, por la “alta concentración de partículas PM2,5” alcanzando los 53 microorganismos por metro cúbico frente a las 25 recomendados por la OMS. Estos resultados provocaron la reducción de la actividad industrial, paralizado vehículos, cerrado colegios y guarderías e incluso recomendado no salir de casa a los colectivos más vulnerables afectados por problemas respiratorios.

Este problema no ha pasado desapercibido en España. Ciudades como Madrid ha tenido que activar varias veces el protocolo por Alta Contaminación en diversos escenarios, tomando como medidas la reducción de la velocidad a 70km/hora o fomentando el empleo del transporte público. Sin embargo, las acciones también se han desarrollado en otras ciudades de Cataluña y Asturias debido, sobre todo, a la escasez de precipitaciones. A continuación vemos un tuit enviado por el Ayuntamiento de Madrid para dar a conocer la información:

Estos últimos días Italia o Irán también han incluido medidas específicas como las anteriores. Por tanto ¿Qué es exactamente lo que está ocurriendo para obtener estos resultados?

La Cumbre de París culminó con un acuerdo histórico entre 198 países, aunque tampoco se concretó hasta que nivel se debían reducir las emisiones. Sin embargo, son necesarias medidas más concretas para adaptarse no sólo al cambio climático, que ya es una realidad, sino para evitar situaciones de polución y riesgo para la salud. Por tanto, otros factores pendientes de analizar son:

-Generar una mayor concienciación entre los ciudadanos. Ya existe la necesidad, lo que traerá un cambio de hábitos sociales que implicará comportamientos éticos entre los usuarios. Entender las consecuencias  de continuar en esta línea puede ayudar a que todos contribuyan. El empleo de los medios sociales puede ser una alternativa para obtener una mayor difusión.

-Fomentar los usos de la movilidad alternativa. En el caso de España, ya se intenta concienciar los usos del transporte público o el empleo de la bici con la instauración de infraestructuras adecuadas. Sin embargo, si realizamos una comparativa europea, los vehículos eléctricos aún no terminan de despegar del todo por lo que se debería de generar nuevas políticas de incentivación para su compra.

Desde el Foro de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de Málaga, consideramos la movilidad sostenible como uno de los pilares básicos para alcanzar la sostenibilidad y una mayor calidad de vida en las ciudades.

Si quieres estar al día de todas las novedades del II Foro de Movilidad Alternativa y Seguridad Vial de Málaga puedes seguirnos en  Facebook y Twitter.