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13/05/2016
Enrique Diego Bernardo, coordinador del Grupo de Trabajo de Movilidad Urbana en la Red Española de Ciudades Inteligentes, nos concede una entrevista para conocer la situación de la movilidad urbana y cómo su evolución permitirá crear ciudades más eficientes.
La movilidad urbana ha experimentado importantes cambios en España ¿Cuál ha sido la evolución en los últimos diez años?
Existen muchos factores que están impactando directamente en la movilidad urbana en la última década, pero quisiera destacar cuatro de ellos. El primero es que la población habita cada vez más en las ciudades, y de hecho, desde 2003 la mayoría de las personas convive en las mismas. Este incremento de densidad de población en los entornos urbanos obliga a centrarse cada vez más en una óptima gestión de la movilidad.
La calidad del aire, el espacio urbano, la competitividad y productividad de las ciudades se ven muy condicionadas por la gestión de la movilidad.
Por otro lado tenemos el efecto de la denominada Transformación Digital. Sin duda, es otro de los hitos que están revolucionando la movilidad urbana. Las tecnologías móviles, la disponibilidad de información, Internet de las Cosas, etc. suponen un nuevo paradigma de la aproximación de los usuarios o ciudadanos a la oferta de servicios de movilidad de una ciudad. Pero adicionalmente, y esto toma una relevancia cada vez mayor, hacen posible que surjan nuevos modos de desplazamiento, hasta ahora inexistentes.
Estos nuevos servicios de movilidad emergentes serían el tercer factor de cambio en la movilidad urbana. Estamos hablando de iniciativas de Car-Sharing, Car-Pooling, Bicicleta, etc. Se trata de nuevas maneras de desplazamiento que son totalmente complementarias al transporte público y resto de modos, y que sin duda, debemos tratarlas desde un punto de vista integrador de la movilidad de la ciudad, teniéndolas a todas en consideración.
Por último, creo que debemos tener en cuenta los desarrollos tecnológicos que se vienen produciendo en torno a los nuevos modos de propulsión de vehículos basados en energías alternativas, y fundamentalmente y en concreto, el vehículo eléctrico. El vehículo eléctrico, que va disminuyendo su precio en los últimos años y simultáneamente va mejorando su eficiencia, se está constituyendo poco a poco como una alternativa real al vehículo de motor de combustión tradicional. Si esto se combina, además, con los nuevos servicios de movilidad urbana, y con las capacidades de las nuevas tecnologías, estamos asistiendo a un nuevo modo de desplazamiento real, y de cero emisiones.
¿Están los ciudadanos debidamente informados sobre las oportunidades que plantean estas nuevas alternativas en cuanto a movilidad?
Quizá este sea uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos las ciudades: acercar la información y la oferta de servicios de movilidad a los ciudadanos. Pero es precisamente también la Transformación Digital y los nuevos métodos de acceso a la información por parte de los ciudadanos“permanentemente conectados”, lo que nos permite informar, e incluso involucrar, a los usuarios.
Las políticas de datos abiertos y de compartición de información están permitiendo que aparezcan cada vez más sistemas y aplicaciones. De la misma manera, las ciudades ponen cada vez más información a disposición de los ciudadanos a través de internet. Esta es precisamente una de las iniciativas que se están empujando desde la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), y una de las principales líneas de actuación del grupo de movilidad urbana de la referida red de ciudades.
En este sentido, aunque nos queda mucho camino por recorrer, y desde luego no podemos olvidarnos de los usuarios menos familiarizados con las nuevas tecnologías, considero que se está avanzando considerablemente en la información que se proporciona sobre las nuevas alternativas de movilidad a los ciudadanos.
La llegada de los primeros vehículos híbridos, junto con el rápido avance de la movilidad eléctrica, suponen un antes y un después en los nuevos modelos de ciudad. ¿Cuáles son los beneficios que puede destacar de este tipo de acciones? ¿Cree que ya existe mayor concienciación sobre su implantación?
Sin duda, como mencionaba anteriormente, la electrificación de la movilidad es uno de los avances más significativos e importantes en este ámbito. El cambio climático, la calidad del aire y la salud pública son claramente tres problemáticas en las que la movilidad eléctrica presenta sus mayores beneficios.
En la actualidad, uno de cada tres españoles respira un aire que incumple los estándares marcados por la Comunidad Europea. El principal foco contaminante es el tráfico urbano. A este respecto, la movilidad eléctrica es la solución, y efectivamente, cada vez existe una mayor concienciación en este sentido.
Sin embargo, esta transición está condicionada por limitaciones técnicas, como la vida de las baterías, tamaño y peso de las mismas, la red de puntos de recarga, etc. Los costes también son mayores al contar con menores economías de escala acumuladas. Pero, en cualquier caso, se trata de limitaciones cuya superación es sólo cuestión de tiempo.
En este sentido, también se está realizando un esfuerzo enorme por parte de la RECI, y muchas ciudades están hablando ya entre sí, para reforzar más aún las estrategias de movilidad eléctrica, aplicando ventajas a los usuarios, empujando nuevos modelos de movilidad eléctrica, o incluso llegando a acuerdos o definiendo estándares para posibilitar una interoperabilidad de los puntos de recarga de las diferentes ciudades.
El transporte público también está impulsando determinadas acciones para unirse a este tipo de iniciativas. ¿Considera que se está realizando de forma correcta?
El transporte público siempre será el eje sobre el que pivotarán el resto de iniciativas de movilidad. Las grandes redes de autobuses urbanos o de metros de las ciudades, obviamente por capacidad, van a seguir absorbiendo el mayor número de desplazamientos.
Es por ello que mantener una visión integradora de todos los modos, incluyendo los nuevos servicios de movilidad, es fundamental para los gestores del transporte público, que también está obligado a cambiar y evolucionar.
Esta evolución pasa por flexibilizar la oferta de servicio y adecuarla a la demanda real de desplazamiento de los ciudadanos teniendo en cuenta los nuevos servicios de movilidad. Adicionalmente, se precisa una transformación digital de los procesos, de manera que la información sea accesible para todos los usuarios y en tiempo real, y que el ciudadano sea capaz de tomar en todo momento las mejores decisiones, lo que impacta directamente en una mejora de la movilidad de la ciudad.
¿Qué medidas deberían adoptar los ciudadanos para que podamos alcanzar una red de ciudades eficientes y sostenibles?
Claramente existen dos medidas que deberían adoptar los ciudadanos, pero que sin una correcta gestión y ayuda por parte de los responsables de las ciudades, serían muy complicadas: reducción del coche privado y aumento del grado de ocupación de los mismos.
Las alternativas son elementales: transporte Público combinado con los nuevos servicios de movilidad ya mencionados (Car-Sharing, Car-Pooling, Bicicleta, caminar, etc.).
Sin embargo, la ayuda y apuesta por parte de las administraciones debe estar acompasada. En este sentido, adquieren especial importancia aspectos tan generales como el propio diseño urbano de las ciudades, reduciendo la dispersión geográfica, y además, apoyado con medidas disuasorias del empleo del coche privado y con otras medidas incentivadoras para el uso del transporte colectivo, o de modos más sostenibles en términos de ocupación de vehículos o de eficacia.
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Tags: entrevista Enrique Recio, movilidad eléctrica, movilidad urbana, transformación digital, transporte urbano