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05/10/2015
¿Irías a trabajar en bicicleta al trabajo si te remuneran por ello? En concreto 0,25 céntimos por kilómetro recorrido entre la empresa y el domicilio. Pudiera ser poco dinero, pero, por ejemplo, para una persona que viviera a unos 6 kilómetros de su puesto de trabajo, la recompensa anual a este esfuerzo estaría entre los 350 y 375 euros al año; una cuantía que habría que sumar al consiguiente ahorro en combustible (y a un menor desgaste de los vehículos) al dejar aparcados el coche o la moto en casa.
Esta fue la propuesta planteada por el Gobierno francés hace poco más un año para el fomento de transporte no contaminante. La experiencia, financiada por la Agencia Del Medio Ambiente y Control de la Energía gala, se propuso a 18 compañías y ya a comienzos de año unos 380 empleados (de un total de 8.000) ya se había sumado a esta iniciativa.
Con el paso de los meses han sido más los franceses que han querido optar por esta fórmula para desplazarse hacia el trabajo. En torno a un 3% según los datos del Ministerio de Ecología, lo que ha refrendado el éxito de una medida que se enmarca hoy ya dentro de la ley sobre transición energética francesa, presentada recientemente, y que se comenzaría a desarrollar por completo a comienzos de 2016.
El principal objetivo de la nueva normativa es reducir los altos niveles de contaminación que sufren muchas ciudades francesas, entre ellas París, con picos muy preocupantes que han dejado estampas nunca vista en la capital francesa.
El paquete de medidas para el fomento de la movilidad sostenible también incluye limitar el tráfico en las ciudades, con circulaciones alternas en función de la matricula -pares un día, impares otros-, subvenciones para las adquisiciones de coches eléctricos o compensación del 50% de un abono de transporte público, que las empresas estarían obligadas a pagar a sus empleados.
Tags: bicicleta, contaminación, Francia, movilidad sostenible, transporte público