José Luís Blanco, director general de la Asociación Española de Operadores de GLP (AOGLP) y ponente en la segunda edición del Foro de Movilidad, nos habla, en una entrevista realizada en exclusiva, sobre la evolución de los combustibles alternativos en España, y en concreto del autogás, para conocer la evolución, situación actual y necesidades para su asentamiento.

Aunque ya tiene cierta trayectoria, actualmente comienza a valorarse la importancia de los combustibles alternativos gracias a los beneficios de su empleo. ¿Cómo podría describir su evolución durante estos años?

Ha habido un antes y un después de dos hechos diferenciados que han sucedido en los últimos dos años: el primero ha sido la Directiva de clean fuels de la UE del 2014, que bautizó a los combustibles alternativos, entre los que se encuentra el autogás. Y la segunda fue el problema de los vehículos diésel de Volkswagen a finales del año pasado. Estos dos hechos han servido para mentalizar a la sociedad de la necesidad de ir sustituyendo los combustibles convencionales por los alternativos al ser más limpios y sostenibles.

¿Considera que la sociedad española está concienciada sobre la necesidad de adoptar nuevas formas de movilidad, que además resultan beneficiosas para la salud de todos?

Todavía no, porque no hay información de que existen y la que hay es ambigua y nada clara. Las empresas privadas deben desarrollar el mercado, pero la Administración debe poner las medidas para su desarrollo y éstas deben ser claras, determinantes y nada ambiguas.  Si esto no es así, el mercado tiende a mantener su inercia por comodidad y la comodidad hoy siguen siendo los combustibles convencionales. Esto no quiere decir que en poco tiempo vayamos a sustituir los combustibles convencionales por los alternativos, pero si nuestro mundo quiere mejor calidad del aire, las Administraciones tienen que ser proactivas en sus mensajes, apoyando o restringiendo un tipo de energía en detrimento de otros.

¿De qué forma puede ayudar el Autogas en este proceso?

El autogás es un combustible alternativo que se caracteriza por ser limpio, económico y flexible.

Es limpio porque emite un 98% menos de NOx que los diesel, un 68% menos que los de gasolina y no emite partículas.  Además, emite menos CO₂ que los dos combustibles tradicionales en el ciclo de vida total.

Es económico porque esa limpieza le proporciona un impuesto especial bajo que hace que su coste de operación sea hasta un 40% inferior a la gasolina y un 20% inferior al diesel.

Y es flexible porque al ser líquido es fácilmente almacenable y puede llegar a cualquier punto de suministro a costes razonables.  Se pude transportar en cualquier medio y llegar a cualquier lugar. En este sentido, ya tenemos más de 500 estaciones de servicio con autogás en España y más de 1.000 puntos de suministro para flotas, talleres o cooperativas.

Además, es abundante porque procede de muchas fuentes y tenemos producción nacional excedente para 400.000 vehículos. Por último, también es universal porque puede aplicarse para vehículo ligero, pesado, carretillas y embarcaciones en sus dos versiones de bifuel y dualfuel.

El gas licuado resulta ser mucho menos contaminante frente a los de combustión teniendo, en la actualidad, muy buena acogida en Estados Unidos, además de un uso muy elevado ¿Cómo ha sido su llegada a España?

A España llegó hace más de 40 años y se concentró en los taxistas con bombonas y una tecnología muy pobre. Hoy ya todo eso ha cambiado gracias al avance de la tecnología y aún puede mejorar más con I+D+i, produciendo los fabricantes vehículos dedicados de inyección liquida directa de autogás que emitan hasta un 12% menos de CO₂ que los actuales bifuel de gasolina y autogás.

En España, no tenemos más que el 0,20% del parque de vehículos con autogás, frente al 4% en Italia y a casi el 2% como media europea, por lo que el futuro se presenta muy halagüeño, pero será siempre que las Administraciones así lo deseen y pongan los medios adecuados para su desarrollo. El Plan VEA estima que en 2020 habrá 250.000 vehículos con autogás en España y 1.200 estaciones de servicio.

 ¿Qué características tienen los vehículos que se mueven mediante el Autogás? ¿Cuáles son las diferencias frente a los de combustión tradicional?

El vehículo de autogás es prácticamente igual al de combustible tradicional, repostando en las mismas estaciones de servicio, con una autonomía similar y una velocidad de repostaje idéntica. La diferencia está en el propio combustible que, al ser líquido, almacenado ocupa como un combustible tradicional, pero al utilizarse se convierte en gas con una combustión mucho mejor y con unas emisiones mucho menores que los tradicionales.

El autogás, por tanto, es un combustible muy limpio que ya hoy cuenta con todos los requisitos para su uso masivo. Si empezamos a utilizar el autogás hoy, podremos rebajar las emisiones de contaminantes de una manera muy notable. Nuestra salud nos lo agradecerá.

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